En el transcurso de nuestros proyectos, hemos observado una enorme cantidad de instalaciones ejecutadas de una manera insuficiente. Por aprendices echando a perder se aprende. Sin el material, sin la técnica, sin el principio, sin la determinación. La técnica perfecta para ser contactados nuevamente, cuando las instalaciones fallan y los contratos han sido cerrados. Aludiendo a fallas de otros. Aludiendo a otros trabajos pendientes. Aludiendo imprevistos. Aludiendo al temporal de lluvia, al tránsito. Aludiendo a los usuarios. Extendiendo el trabajo más allá de lo necesario. Solo para resolver nuevamente de una manera ineficiente, justo en el límite para no ser detectados por sus clientes, quienes no tendrán la información como para detectar este modus operandi, solo hasta que ya es muy tarde y han sido recomendados hacia otras faenas, en donde el ciclo se reinicia.

Una casa bien construida no necesita reparaciones cada 2 años.

Nuestra misión, después de ejecutar, es simple.

No nos volverás a necesitar. No será necesario.